
Tumores Cerebrales: Cómo se Diagnostican, Qué Tipos Existen y Cuándo se Requiere Cirugía
Los tumores cerebrales son crecimientos anormales de células que crecen dentro del cráneo, y pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos). Su comportamiento, síntomas y tratamiento varían según el tipo, la localización y la velocidad de crecimiento.

Diagnóstico: claves para una detección precisa
El diagnóstico de un tumor cerebral suele comenzar con síntomas como:
Dolores de cabeza persistentes
Cambios en la visión
Dificultades motoras o del habla
Convulsiones
Cambios en el comportamiento o la memoria
Ante estos signos, se realizan estudios como:
Resonancia magnética (RM): técnica principal para identificar el tumor y su ubicación.
Tomografía computarizada (TAC): útil en casos de urgencia o para detectar hemorragias.
Biopsia: en algunos casos se extrae una muestra del tejido para confirmar el tipo de tumor.
Tipos de tumores cerebrales
Tumores primarios (se originan en el cerebro):
Gliomas (como astrocitomas, glioblastomas)
Meningiomas
Meduloblastomas
Schwannomas
Tumores secundarios o metastásicos: provienen de cánceres en otras partes del cuerpo, como pulmón, mama o piel, y se diseminan al cerebro.
Abordaje quirúrgico: cuándo y cómo se interviene
La cirugía cerebral es una de las principales opciones de tratamiento, especialmente si:
El tumor es accesible sin dañar estructuras vitales.
Está causando presión en el cerebro.
Se requiere confirmar el diagnóstico (biopsia).
Se busca mejorar síntomas o calidad de vida.
Los avances tecnológicos como la cirugía asistida por imágenes, el uso de neuronavegación y técnicas mínimamente invasivas han hecho estas intervenciones más seguras y precisas.
Además de la cirugía, el tratamiento puede incluir radioterapia, quimioterapia y medicación para controlar síntomas como convulsiones o edema cerebral.
Conclusión:
El diagnóstico temprano y un enfoque personalizado son claves en el manejo de los tumores cerebrales. Aunque el tratamiento puede ser complejo, hoy existen múltiples herramientas para abordarlos de forma más eficaz y mejorar la calidad de vida de los pacientes.